martes, 28 de abril de 2009

SILENCIO ESCALOFRIANTE

Las fichas empezaron a moverse y el tablero inestable. Nos pillaron con las cosas a medio hacer, en una luna nueva y rozando el fin de semana, para que todos se vayan a disfrutarlo con la incertidumbre de cómo irá todo, ya que no hay noticias en los principales canales de señal abierta. Los pensamientos se agitan y buscan respuesta, las más fáciles de digerir son las que nos dicen los gobernantes aunque no importa si son ciertas o no. De algo hay que agarrarse, no importa si no es un flotador que nos salve de la inundación. Es tener una pequeña certeza de respuesta porque la que escuchamos a susurros no parece ser cierta. Las nuestras no parecen tener consistencia en busca de una respuesta a tanto asombro. Es que parece real o es sólo una escena de una película. Hasta una escena de un mal sueño podríamos aceptar, más no que sea de nuestra realidad palpable. Más no es así, ahí están los medios de comunicación, haciendo lo que saben hacer, rociando la noticia por todas partes del mundo para que todos se mojen, creando el principal objetivo de este ataque, el miedo. Pero no son sólo ellos, sino las principales organizaciones del mundo y sus gobiernos, que también cogen su rociador y nos dicen no podremos combatir esta amenaza, que la dejaremos haber que hace para recoger lo que deja a su paso y de ahí después de cuatro o más meses, sacamos nuestra tecnología para derrotarla. Total ya la tenemos preparada, sólo que queremos que la granja este menos poblada. Mientras tanto sembremos pánico. Puede ser que sólo sea un ensayo de algo mayor.
Los preparados para brindarlos los primero auxilios nos explican cómo es y cómo se propaga y que medidas tomar, basados en una constante, si conoces a uno conoces a todos. Los grandes iluminados nos dices que este es desconocido e impredecible. Que lo peor está por venir. Y siguen rociando el miedo. Toque de queda para todos las 24 horas del día, sino quieres ser contagiado. Inmovilización total. Control de las calles por las fuerzas militares. Para qué todo esto. Será para mantenerlos en nuestra casa y no veamos nada de lo que se avecina: Miremos más al cielo estos días quizás veamos algo. Será para no tener más alternativa de quedarnos en casa cuando la ola nos alcance. Si tienes afuera un fantasma rondando el vecindario no vas a salir, así que quietito esperarás que te caiga el fantasma mayor. Mientras tanto no podrás ir a ningún sitio, ni seguro, ni inseguro. Nos querrán tener en nuestra casa para algo. No será para procrear, ni hacer manualidades. No quieren que nos movamos de ahí. Como cuando te encierran en un cuarto para que los mayores hagan sus travesuras y no nos demos por enterados y no lo soplemos a la autoridad de la casa; ni para que después lo usemos con chantaje. Si no abro la boca; ya sabes.
Todo parece estar bien planeado. Cómo diría el Chapulín Colorado “todo está fríamente calculado”. Un virus no parece de la nada. Su mutación no lo logra por sí sólo amenos que intervenga algo externo, que lo dirija. No al menos, el tan complejo como el se nos presenta ahora, recorriendo las calles de México. Repartir cubre bocas por el ejercito de una forma abundante demuestra que había un conocimiento previo y que ya se tenía almacenados para su utilización. Estar repitiendo constantemente que en cualquier momento se puede presentar una pandemia y estar apareciendo variantes en algunas partes del mundo, es ir preparando el escenario para el gran acto. Por eso es más que sospechoso. Se lo advertimos anuncian las pitonisas de nuestra disfrazada democracia. Pero ellos no son visionarios que ven en su mente el futuro, ni en un cristal, ni reciben la anunciación de un ángel, ni lo ven en la tira de cartas sobre un pañuelo bordado con símbolos ocultistas, sino más bien lo reciben en un e mail o en una reunión secreta, y de nada santos.
Lo que llama nuestra atención es por qué siendo los casos de infectados más de mil en México, los que salen de México y se dirigen a diferentes puntos del mundo presentan síntomas. Quiere decir que todos estos viajeros estuvieron relacionado directos con estos miles de casos registrados. Esto parece imposible en una ciudad de 20 millones de habitantes (D. F.). Sin ser alarmista, el número debe ser mucho mayor de lo que se nos dicen para que la mayoría de los que salen de México estén con síntomas. Tiene que estar esparcido por todo el territorio para que cuadre con los datos que nos llegan. Así que hay un ocultamiento de lo que está pasando realmente.
¿Y son inteligentes los virus? Por según estos atacan un tipo de personas. Saludables y mayores de 20 años, bienvenidos, estás dentro los elegidos. Por qué es selectivo. Alguien lo creo con esas condiciones para deshacer precisamente de personas que son un potencial creciente hacia un cambio verdadero. Por todo esto es que huele mal esta puesta en escena. Y si en verdad fuera así. Que fuera una bien montada escena. Que los fallecidos no existiera más que en las noticias. Que los infectados fueran sólo de un común malestar conocido y utilizado para tal fin. Nadie ha visto a los fallecidos. Los medios informan pero de quién reciben la información que ponen al aire. Los gobiernos se alarman y toman sus medidas de prevención, siguiendo su papel asignado. A la hora de hora ya sabemos de qué parte están y no precisamente es de la población a quien juran defender y proteger.
Si fuera así, no habría nada afuera rondando, más que el miedo esparcido más rápido que una explosión en cadena, rodeado de falsos casos. Y si no, lo mejor es que nos encuentre, como se dice confesados, en mejores palabras que nos encuentre vibrando en amor. No reces, porque rezar es asociado a miedo. Rezas cuando algo te asecha. En los mayores de casos es así. Mejor es que alabes y te mantengas en amor, eso es nuestro mejor escudo. Y para concluir, y no es en son de burla. Como diría el Chapulín Colorado: “Que no cunda el pánico”

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