TEMBLANDO LA PUESTA EN ESCENA

La puesta en escena no parece estar bien elaborada. Salvo que eso sea la impresión que se quiera dar. Por donde se le mire se encuentran muchas fallas y las dudas empiezan a crecer y esparcirse más rápido que el propio virus. Los que tienen poder y conocimiento y poder no lo admitirán públicamente. Más bien será un rumor a voces. Las posibles respuestas llegan más rápido que la supuesta vacuna. Sería bien elaborado este plan. Habrá alcanzado los objetivos por lo cual se manifestó. Las estadísticas en vez de crecer, se restan de las ya dichas provocando mayor confusión. La presentación del niño, que fue el primer afecto, el caso cero, según los noticieros, tuvo sus momentos de fama nunca soñado. Su realidad dista mucho del drama que presentan los noticieros, al menos así me da la impresión. Si fue el caso cero, se supone que un miembro de su familia tendría que haber sido el caso 1, y al menos los diez primeros casos hubieran estado relacionados a su familia. No se anunciado así. Su familia ha estado bien, porque de ellos no se ha dicho nada. Su madre hubiera sido a la más afectada directamente, por los cuidados que habrá prodigado a su pequeño, tratando de calmarle el mal. La exposición a su hijo sin saber lo que tenía, no le han afectado. Si este pequeño de ira ingenua, que no sabe por qué tantas personas lo buscan para fotografiarlo y hacerle preguntas, fue el caso cero, lo más probable es que no esté aquí para contarlo. Pero no es así, está para contarlos, mejor dicho para que otros digan que estuvo infectado. Es de suponer que cuando este pequeñito presento los posibles síntomas, su madre lo hubiera tratado con remedios caseros y si lo hubiera llevado a un centro de salud, el trato hubiera sido diferente a lo que ahora se da para tratar el virus, por desconocimiento de lo que tenía el paciente. El deceso hubiera sido inevitable.
Si hubo después de conocer el supuesto mal, pérdidas humanas, aun teniendo ya el conocimiento de lo que pasaba. Es extraño que este niño haya sobrevivido cuando todo está en hoja en blanco. Lo más extraño es la forma de localizarlo para decir, el fue el primero en ser infectado.

Al parecer esto ha ingresado en un periodo de calma. Que deseamos que se esfume como un mal olor y no quede rastro. Preguntándome que es lo que se ha querido conseguir con todo esto. Muchas posibles respuestas se pueden encontrar en la red. Lo bueno es que la gente, en general no ha ingresado en un pánico generalizado. Y esto es un gran triunfo, porque no se ha caído en el juego. En México se ha visto todo este movimiento es por el mismo temor infundido por sus propias autoridades. Que han dicho un día una y al otro día lo han desmentido. Algunos están viendo como se repletan sus arcas, aprovechando el agua agitada. Desde los pequeños hasta los más grandes. Los más grandes se apresuran a colocar sus ganancias en los países que por este motivo empiezan a solicitar dinero para hacerle frente, endeudando a sus habitantes. El pretexto perfecto para colocar dinero sin que el pueblo reclame. Si lo hacen, si es que alguien se atrevería sería tachado de lo peor. Así que el desembolso se hará sin más ni menos. Después el pueblo tendrá que pagarlo, con impuesto más elevados, así de simple. Millones por aquí, millones por aya. Ganancias para mí y fin, no subiremos al grado de pandemia, pero si necesitamos colocar más dinero, será inevitable la declaratoria. Para esto se cuenta con actores primarios y secundarios, que en su propio país difunden la misma consigna.
No es de extrañar que sólo los países que tiene alguna relación con las fuertes, sean los que han tenido casos confirmados y sospechosos. También Venezuela. No olvide el acercamiento y efusivo saludo que tuvieron los presidentes, Hugo Chávez y Obama.

Dejemos por ahora lo material y veamos la parte espiritual de lo se trasluce de todo esto. Las personas cuando nos relacionamos expresamos nuestro afecto. No se es hipócrita cuando saludamos con un fuerte apretón de manos, a un cariñoso beso, más si es a las personas más cercanas a nosotros. Quizás pueda ser un acto de cortesía, pero en estos gestos se ponen en movimiento la fuerza del amor. Todo ser humano al ser este acto con cariño, vibra, aumenta las buenas vibraciones, por lo tanto está en alegría y tiene una sensación de felicidad aunque sean destellos. Esto es algo presente a diario. En toda persona. Pero con lo que se ha empezado a prohibir como reglas de prevención, están cortando esos destellos. Los cubre bocas para evitar contagios, mejor dicho no se besen. No saludarse con la mano. Fin ha estas muestras de afecto. No queremos que vibren a ese tono. Y sino lo hacemos. Más bien, como se ve en la ciudad de México, todos se miran con desconfianza. Están bajando su estado de amor. Se alejan de esa alegría que es necesaria para seguir en el camino de la ascensión y el paso por el puente hacía el 2012. Nos quieren bajar la vibración. Que no se escape ni una oveja del redil.

Daré un salto hacía el espacio exterior, para verlo desde ese punto de vista. Hay una película que considero seguro ha visto y es la Guerra de los Mundos. A menos la primera. Donde la derrota a los extraterrestres ya no se da con otros films, con una estrategia de guerra con armas, en comparación con la tecnología extraterrestre de las películas, serían de la edad de piedra. Esta vez no es así. Estos extraterrestres malvados, esgrimidores de ser humanos, no los pueden derrotar y la raza humana se acerca a su extinción. Inesperadamente esto no ocurre gracias a la presencia de humana arma letal para ellos no para la raza humana, que ha convivido por miles de años y que aprendido a ser inmune, los virus. En esa película da ha entender eso.
Ese es un mensaje claro enviado al espacio exterior. Quédense aya en sus mundos, no vengan. Si lo hacen acá los esperamos con nuestros aliados invisibles.
Será este tipo de mensaje que le envían cuando los famosos Chentrail hacen su parición: Miren estamos llenando la atmósfera de virus si quieren hacer su aparición mundial se llevaran una sorpresa, mejor no lo hagan.
Se anunciado tanto la venida de seres de otro planeta que vienen para brindarnos su apoyo en bien de nuestra humanidad. Pero algunos líderes del mundo no están muy de acuerdo con esa intervención. Por muchas razones, principalmente de control. Y si por fin esa esperada fecha se acercaba y la presentación en nuestros cielos ya era una realidad. Los líderes la sabían. Urdieron la mejor estrategia, lanzar una pandemia. El esperado contacto se arruinó. No bajaremos si hay un virus rondando por ahí. No queremos llevar el octavo pasajero a nuestro planeta. Así que retirada.

A mi parecer no creo que a los seres de otros mundos les atemoricen con virus. En sus miles de años de adelanto es seguro que ya superaron todos esos males de su planeta y de otros. Seguro saben con desaparecerlos de una forma más natural de lo que lo hacemos en nuestro planeta.

Todo esto que vemos y por las cuales levantamos polvo, no serán más que otra paranoia camino al 2012.