¿PREPARÁNDOSE PARA MARTE?

Una simulación para un posible viaje a Marte o una prueba en un módulo para sobrevivir a una eventualidad de un desastre terrestre, con cambios catastróficos, giro del eje terrestre, era del hielo y otros cambios. Por qué prepararse para una misión que todavía se llevará acabo en 21 años, o en verdad será que ese no es el objetivo. Los búnkeres ya no son tan seguros que ahora están probando módulos donde encerrarse y dejarlos a la deriva una vez que se avecinen los acontecimientos, con las personas en su interior para que luego que pase todo abrir el módulo como toda arca de Noe y empezar a poblar el nuevo suelo terrestre. Si ese fuera el objetivo en poco tiempo tendrán el diseño final para poder hacerlo en serie, aunque no será publicitado, ya que será sólo para un grupo reducido de personas. Si fuera para una Misión a Marte, la veo demasiado pronto como para hacer ese tipo de experiencias, cuando hay otras que en verdad son necesarias y que pueden ser muy útiles para la vida en el planeta, por cantidades menores en presupuesto que este tipo de misiones.
Esto será así o es otra paranoia más para el 2012.



A continuación la noticia.

AFP - 31.3.2009 17:51
Seis voluntarios probarán condiciones de vuelo habitado a Marte

Seis voluntarios rusos y europeos se encerraron el martes en un módulo aislado del mundo exterior, donde permanecerán 105 días, para probar las condiciones de un vuelo habitado hacia Marte, en vistas a una hipotética misión en 2030.
Las puertas del módulo con los seis hombres en su interior (cuatro rusos, un francés y un alemán), se cerraron poco antes de las 14H00 (10H00 GMT), en el Instituto Ruso para Problemas Biomédicos (IBMP) en Moscú.
"Me siento muy motivado y también, de alguna manera, aliviado. Llevamos trabando desde hace mucho tiempo (en este proyecto) y finalmente llegamos al objetivo", señaló el francés Cyrille Fournier, de 40 años, piloto de Air France, poco antes del "despegue".
"El objetivo de la experiencia es probar los efectos psicológicos y fisiológicos del aislamiento", durante estos tres meses, explicó el alemán Oliver Knickel, ingeniero militar de 28 años, durante una conferencia de prensa con sus cinco compañeros.
En el mejor de los casos, un viaje de ida y vuelta entre la Tierra y Marte, que podría prepararse hacia el 2030, duraría 520 días: 250 días para ir, 30 en Marte y 240 para volver.
Los científicos examinarán el impacto que un viaje al espacio de estas características puede provocar en el estrés, la regulación hormonal, la inmunidad, la calidad del sueño y el humor de los pasajeros.
"Uno de los principales desafíos es el de vivir juntos, con las mismas caras durante tanto tiempo. Pero es un desafío positivo, creo que podemos aprender mucho unos de otros", añadió Knickel.
Los dos europeos que participan en el proyecto fueron escogidos por la Agencia Espacial Europea (ESA) entre 5.650 candidatos. Sus colegas rusos, de entre 25 y 37 años, son dos cosmonautas, un médico y un especialista en temas físicos y deportivos.
La tripulación simulará todos los aspectos de una misión a Marte, desde el lanzamiento hasta la llegada al planeta rojo, incluso con posibles situaciones urgentes. Se comunicarán en inglés o en ruso.
La "nave" tendrá autonomía total, con un único abastecimiento durante el vuelo. Para que la situación se más realista, las señales enviadas tardarán 20 minutos hasta llegar al Centro de Control de Vuelos Espaciales (TSOUP), cerca de Moscú. Se estima que es el tiempo necesario para transmitir un mensaje entre Marte y la Tierra.
"Uno de los problemas específicos de una misión hacia Marte será el tiempo de comunicación" con la Tierra, destacó el comandante de la tripulación, Serguei Riazanski, de 34 años.
A bordo de la "nave", la tripulación comparte un espacio de 500 m3, dividido en cinco módulos, entre ellos un habitáculo con cocina y habitaciones individuales y una unidad médica, donde los tripulantes podrán ser atendidos.
¿Qué faltará en estos tres meses de aislamiento? "Una vida normal", los amigos y la familia, respondió todo el equipo unánime, aunque la comunicación con sus familiares podrá hacerse mediante mensajes electrónicos.
La siguiente etapa, prevista para finales de año, consistirá en encerrar a seis personas en este espacio aislado durante 520 días.
El planeta rojo se encuentra a una distancia que varía entre 55 y más de 400 millones de kilómetros de la Tierra. La ESA espera poder enviar un vuelo con tripulantes en 2030.